Definir qué es política, al igual que otras palabras como “amor” y “libertad”, no es una tarea sencilla. Los significados de todas ellas son amplios y subjetivos, dependiendo del contexto y de la opinión de quien las usa.
Aun así, el ejercicio de definir qué significan estas palabras es útil para arrojar luz sobre aspectos poco hablados y evitar equívocos. Por lo tanto, entender qué es política es la oportunidad de repensar su significado y cómo está presente en nuestras vidas.
Por lo tanto, en este conjunto de contenidos sobre política, entenderemos cuestiones importantes que rodean este tema. Como qué significa la política, qué tenemos que ver con ella, cuál es su importancia, cuáles son sus sistemas, teorías, estructuras, instituciones y herramientas. ¿Vamos juntos?
La política y sus significados
Desde los filósofos hasta los científicos políticos, no fueron pocos los que intentaron decir qué es política. Para hacer más fácil esta misión, vamos a reunir y explicar algunos de los principales significados que la palabra asume en nuestra sociedad actual, sin olvidar el pasado.
La política como convivencia
La palabra “política” deriva del término griego “politikos”, que designaba a los ciudadanos que vivían en la “polis”. “Polis”, a su vez, se usaba para referirse a la ciudad y también, en un sentido más amplio, a la sociedad organizada.
Dondequiera que haya dos o más personas, habrá la necesidad de definir reglas de convivencia, límites de acción y deberes comunes. La política ocurre precisamente en el acto de existir en conjunto.
De esta manera, el origen de la política se remonta a la participación en la comunidad, a la vida colectiva. Muy diferente de lo que se suele pensar sobre la política como algo limitado a los políticos profesionales y distante de nuestro cotidiano.
El filósofo griego Aristóteles definió al ser humano como un animal político, es decir, un ser que inconscientemente busca la vida en comunidad, porque sus necesidades materiales y emocionales solo pueden satisfacerse mediante la convivencia con otras personas.
Además, el animal político se diferencia de otras especies por su capacidad de comunicarse a nivel complejo, a diferencia de otras especies. A través del lenguaje, el ser humano puede intercambiar ideas, imaginar el futuro y crear reglas para compartir el mismo espacio.
Para Aristóteles, la política comienza en el seno familiar, en la convivencia entre familiares, y luego se expande al resto de la sociedad. A menos que seas un ermitaño (un individuo que huye completamente del contacto social), no podrás escapar de la política.
La administración del Estado
Si para Aristóteles el “politiko” era el ciudadano que participaba en la vida pública, esta palabra tiene otro sentido hoy en día.
A diferencia de la antigua Grecia, donde vivía el filósofo, en la cual los ciudadanos podían participar directamente en las decisiones de la ciudad, la sociedad actual está compuesta por un número mucho mayor de personas y, en consecuencia, de problemas y necesidades mucho más complejas.
Por eso, en lugar de votar directamente en cada tema de interés público, en las democracias modernas votamos por personas encargadas de la administración pública. Estas personas se comprometen a representar nuestras ideas e intereses, de manera que podamos participar indirectamente en las decisiones colectivas.
La forma más común de pensar en la política es justamente la actividad de la gestión del Estado, del presupuesto público y de las decisiones colectivas. Cuando pensamos en políticos, inmediatamente imaginamos a los alcaldes, gobernadores, presidentes, diputados, senadores, etc.
Políticas públicas
Teniendo en cuenta que la palabra política se refiere, por definición, a aquello que es público, puede parecer una redundancia pensar en “políticas públicas”. Sin embargo, este término es bastante usado y fundamental para reflexionar sobre el tema.
La función de los políticos es identificar y resolver los problemas y necesidades de la sociedad. Para ello, hacen un análisis de cada situación, muchas veces con la ayuda de especialistas en el asunto y de la propia sociedad civil, y elaboran un plan para actuar.
Esta actuación es lo que llamamos política pública. Para dejar el concepto más tangible, podemos citar ejemplos como: programas de redistribución de ingresos, suministro de servicios de salud y educación, estrategias de seguridad pública, entre otros.
Para resumir en una frase: la política pública es la política puesta en práctica, de forma que impacta la vida de los ciudadanos a quienes está dirigida.
El lado negativo de la política
Sin una presentación más profunda de la política y todos sus significados, tendemos a pensar que se resume a la actuación de los políticos y sus partidos. Esta actuación, a su vez, llega hasta nosotros muchas veces a través de escándalos de corrupción divulgados por la prensa.
De esta forma, la palabra pasa a ser asociada a una práctica negativa y llega a ganar una variación: politiquería, la política practicada lejos de los ideales más nobles. Los políticos, por consiguiente, son vistos como individuos interesados solo en aprovecharse de los recursos públicos.
Esta concepción genera varios efectos nocivos. Para empezar, los ciudadanos tienden a rechazar la política institucional, es decir, la practicada por políticos en el ámbito del Estado. Este alejamiento da más libertad a actores sin compromiso con el interés público.
Así se rompe la confianza de los ciudadanos en relación a la clase política, como sucede en muchos países de América Latina, donde una parte significativa de la población dice no confiar en sus congresos nacionales.
Según el filósofo francés Francis Wolff, esta desconfianza puede llevar a la sensación de que es necesario “limpiar” la política, lo que favorece ideas y propuestas autoritarias, poniendo en riesgo la democracia.
La aversión a la política también aleja a los ciudadanos de los partidos políticos. El problema de esto es que los partidos son una de las herramientas más importantes de participación en la política. Con mayor participación popular, pueden representar mejor los intereses de la sociedad y tienen una fuente de recursos que disminuye su dependencia de los recursos públicos, sean aquellos obtenidos de forma legal o, en los peores casos, mediante la corrupción.
Los infinitos significados
Cuanto más se sigue el tema, más se conocen variaciones de la palabra “política” y ocasiones en que aparece asociada a otros términos. Por eso es tan difícil resumir, en solo un artículo, toda su complejidad.
Hay, por ejemplo, la política exterior, que designa las ideas y acciones de una nación en su relación con otras. También existe la política fiscal, es decir, las medidas que el gobierno toma en la administración de sus ingresos y gastos.
Fuera del ámbito del Estado, encontramos, por ejemplo, las políticas de privacidad, que determinan la forma en que una empresa maneja los datos de sus clientes o usuarios. O políticas de comunidades, las reglas que organizan un espacio de discusión en foros o redes sociales.
Sea cual sea el significado, más amplio o más específico, vale recordar el origen de la palabra: la “polis” representa lo que es común, aquello que compartimos con otros individuos. Como animales políticos y habitantes de la polis, no podemos escapar de la política. Lo mejor, entonces, es participar e informarse sobre ella, para acercarla más a lo que creemos que es la forma ideal.
Ahora que entendemos qué es la política, ¿qué tal si entendemos qué tenemos que ver con ella? Este es el tema del siguiente texto. Entonces, ¡sigue accediendo a los contenidos para saber más!
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REFERENCIAS
Blog do Enem: homem, um animal político: veja o pensamento de Aristóteles
Politize!: políticas Públicas, o que são e para que servem?
Senado Federal: “desinteresse por política ameaça a democracia”, diz filósofo francês